
Gunter Mai sorprendió en el año 2008 con el desarrollo de la bicicleta de carretera más ligera de la historia. Su peso era de poco menos de 3,2 kg total, con un cuadro ligero. Poco después, este diseñador alemán siguió con su evolución hasta conseguir bajar a los 2,8 kg, cifra que algunas marcas actuales han conseguido fijar en los 2,7.